10 Mar
10Mar

Acabamos de pasar 3 días fantásticos en el mejor lugar que hemos visitado hasta ahora y difícilmente será posible encontrar algo mejor (San Cristóbal de las Casas, prepárate). Un lugar que lo tiene todo: mar, casco histórico bien conservado, actividades y museos. Pero empiezo por el principio. 

Tras unos días de calor agotador en Mérida, nos dirigimos hacia la costa del Golfo de México en busca de temperaturas más suaves y algo de brisa marina. 

En camino, decidimos pararnos a visitar las cuevas de Calcehtok, a unos 50 kilómetros hacia el sur, una experiencia increíble que se ha ganado su propio espacio en la sección "Imprescindibles".

Centro histórico de Campeche 

Nuestro primer día en San Francisco de Campeche (pues ese era nuestro destino) lo dedicamos a descubrir la ciudad, que se reveló como una agradable sorpresa. Bastante más pequeña que Mérida, esta ciudad tiene un centro casi completamente amurallado que ha sido restaurado en buena parte durante los últimos años y cuenta con muchos puntos interesantes que fuimos recorriendo a lo largo de dos días. 

Hay que reseñar que la ciudad fue fundada a en 1540 sobre un asentamiento Maya ( Kin Pech) y que sufrió durante muchos años continuos ataques de piratas. Por ello, en 1610 se empezó a fortificar la ciudad paulatinamente hasta lograr ser una de las mejores plazas fuertes de la corona española en América.

Muchos de los baluartes se pueden visitar y algunos de ellos tienen exposiciones muy interesantes, como el Baluarte de San Carlos (historia de la fortaleza) o el de Nuestra Señora de la Soledad (Museo de Arquitectura Maya). 

Máscara funeraria de jade
Otros lugares que valen una visita son la Casa número 6, que recrea el interior de una casa colonial, o la Plaza Grande. 

También hay un museo arqueológico en el Fuerte de San Miguel pero, para nuestra desgracia, tras una caminata de más de tres cuartos de hora, nos encontramos con el museo cerrado por obras de rehabilitación. A la vuelta, eso sí, cogimos un colectivo (furgoneta compartida que viene a se un híbrido entre el bus urbano y el taxi) para volver al centro. 

Lo que sí visitamos el último día fue el fuerte de San José, que alberga una interesantisima exposición de arqueología sub marina, totalmente "hiperactiva", como diría Vázquez Portomeñe. 

Para no derogar a nuestro objetivo principal, las ruinas mayas, el nos acercamos al yacimiento de Edzná, una ciudad poco conocida pero que no desmerece en absoluto, con algunos edificios realmente impresionantes, como la pirámide de 5 pisos que podéis ver a continuación. 

Templo en Edzná


Y para que no penséis que no tenemos tiempo de ocio, os paso una foto del espectáculo del que disfrutamos la última noche en la Plaza Grande: un espectáculo de luz y sonido repasando la historia de San Francisco de Campeche. 

Ah, y para los que se animen a visitar la ciudad, os recomiendo que vayáis a tomar el aperitivo al Rincón Colonial, un excelente bar en la calle 59 frecuentado por autóctonos y en los que ponen unas tapas abundantes y variadas.

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