Si un simple chapuzón por las playas de Cozumel nos había sorprendido, nuestra visita a la Gran Barrera de Coral nos dejó maravillados. Esta es una de las visitas que no pueden faltar en un viaje a Australia y ahora comprendemos el por qué.
Hicimos la excursión con una compañía llamada Tusa Dive en un barco para 65 personas, con todo el equipamiento necesario y una organización perfecta por parte de la tripulación: atentos, profesionales, simpáticos, todos jóvenes y de diferentes países.
Aunque el cielo estaba encapotado cuando llegamos al primer arrecife, poco nos importaba porque estábamos embutidos en nuestros neoprenos y el agua del mar estaba a unos fantásticos 25° de temperatura. Lo que vimos nos dejó boquiabiertos: peces de todos los tamaños y colores, corales de múltiples formas y consistencia, estrellas de mar azules, almejas gigantes.
Desgraciadamente, no tenemos una Go Pro por lo que no pudimos sacar fotos de todo lo que vimos, aunque en internet abundan las fotografías espectaculares sobre el lugar.
Después de un buen almuerzo, fuimos a un segundo arrecife donde volvimos a bucear durante una hora en un mar algo más agitado pero igual de hermoso.
Por si fuera poco, en el viaje de vuelta a Cairns tuvimos la suerte de cruzarnos con un par de ballenas haciendo piruetas fuera del agua, algo que debe ser bastante poco común a juzgar por cómo se emocionaba la propia tripulación.
Seguramente nuestro mejor día en Australia.